Equilibra cuerpo, mente y espíritu a través de la estimulación de puntos energéticos
Equilibra cuerpo, mente y espíritu a través de la estimulación de puntos energéticos
La Reflexología Holística es una técnica terapéutica basada en la estimulación de puntos reflejos ubicados en los pies, manos y rostro, que están conectados con distintos órganos y sistemas del cuerpo. A través de un masaje específico en estas zonas, se activan procesos de autoregeneración y equilibrio energético, promoviendo la salud física, mental y emocional.
Este enfoque holístico no solo trata síntomas, sino que trabaja en la raíz de los desequilibrios para mejorar el bienestar general.
Promueve la relajación profunda y equilibra el sistema nervioso.
Favorece la oxigenación de los tejidos y la eliminación de toxinas.
Estimula la capacidad natural del cuerpo para sanar y prevenir enfermedades.
Reduce tensiones y contracturas en todo el cuerpo.
Ayuda a mejorar la digestión y aliviar molestias como hinchazón o estreñimiento.
Relaja el cuerpo y la mente, facilitando un descanso reparador.
Indicado para trastornos menstruales, menopausia y desequilibrios hormonales.
La reflexología holística se basa en el principio de que todo el cuerpo está representado en puntos reflejos ubicados en los pies, las manos y el rostro. Al estimular estas zonas mediante presiones y movimientos específicos, se envían señales al cerebro que activan los mecanismos de equilibrio y autocuración.
Principales áreas reflejas y sus efectos:
Durante la sesión, se aplican diferentes técnicas de digitopresión para liberar bloqueos energéticos y restaurar el equilibrio del organismo.
El número de sesiones varía según la zona a tratar y los objetivos de cada persona. Sin embargo, se recomienda un mínimo de 5 a 10 sesiones para resultados óptimos.
Los primeros efectos son visibles desde la primera sesión, pero los resultados se potencian con el tiempo gracias a la regeneración celular.
No, la Reflexología Holística es una terapia suave y placentera. Algunas personas pueden sentir una ligera sensibilidad en ciertas zonas reflejas, lo que indica una posible acumulación de tensión o bloqueo energético.
INDIBA no es recomendable en los siguientes casos: